La misma Carrefour promueve su sindicato
UN CASO ÚNICO en el país es la experiencia de la Unión de Trabajadoras y Trabajadores de Carrefour Colombia, organización que impulsó el presidente de la compañía, Frank Pierre, como nuevo modelo en las relaciones laborales, basadas en el diálogo social y la autonomía.
"Quiero que nos asesoren para la formación de un sindicato", recuerda Luciano Sanín Vásquez, director de la Escuela Nacional Sindical (ENS), que le dijo el presidente de Carrefour Colombia, Frank Pierre, a finales de septiembre pasado.
Sanín se sorprendió con la propuesta. Era la primera vez que en 25 años de trabajar por el sindicalismo colombiano que un empresario le sugería crear un sindicato.
Y es un ejemplo inédito en el país. Lo usual ha sido el rechazo, la resistencia e, incluso, el acoso a los empleados cuando quieren gestar este tipo de organizaciones, de las cuales hay unas 3.000 en Colombia con 810.000 trabajadores afiliados.
De esa manera, Carrefour se propone establecer un nuevo modelo en las relaciones laborales con los 10.540 trabajadores de sus 72 tiendas, en 52 municipios del país.
"Existe una ley laboral, existen deberes y derechos que se tienen que respetar, y la presencia de una representación sindical nos va a permitir tener una compañía más moderna y abierta", comentó Pierre.
Sindicalismo moderno
Así también Carrefour se pone a tono con la realidad de un sindicalismo moderno que ya da frutos en otras filiales de esta multinacional francesa, a la luz de un pacto mundial firmado en el año 2000 con el Sindicato Global del Comercio (UNI, por sus siglas en inglés).
Esta confederación, con 24 millones de afiliados en el mundo y la Escuela Sindical acompañaron la fundación de la Unión de Trabajadoras y Trabajadores de Carrefour Colombia, que tuvo lugar el 2 de noviembre pasado, en Girardot (Cundinamarca).
La presidenta del nuevo sindicato es Luz Marina Díaz Jiménez. Ella también se sorprendió con la invitación que llegó a otros 124 trabajadores que la empresa convocó por destacarse por su liderazgo natural.
De ellos, solo 12 desistieron de participar de este sindicato que en un mes ya tiene 1.400 afiliados y aspira a que sean 5.000 para febrero de 2012, cuando estará listo el pliego de peticiones para la nueva convención colectiva que renovará los compromisos pactados en 2009.
"Siempre ha habido buenas relaciones con las directivas de la compañía, pero sabemos que el sindicato es un manera de tramitar mejor los asuntos laborales desde el diálogo social, no desde la confrontación. Ganan los trabajadores y gana Carrefour", comentó desde Cali la presidenta del sindicato, vinculada a la empresa desde hace 3 años.
Acabando con el tabú
La empresa también ha dado todas las garantías para la promoción del sindicato, respetando su autonomía, no obstante la resistencia de algunos de sus directivos de nivel medio. "En el país hay mucho tabú alrededor del tema sindical. Pero sabemos que es una forma democrática para fomentar el diálogo social y aportar a la sostenibilidad de la empresa y de sus empleados", comenta Marie-Claude Joachim, vicepresidenta de Gestión Humana y Asuntos Corporativos de la cadena francesa.
La distancia marcada con las sindicatos tradicionales empieza con la facilidad de afiliarse a la Unión de Trabajadores a través de la página web y con su penetración en todos los niveles de la compañía. "Aspiramos en que cada tienda haya un comité con representantes del sindicato, unas subdirectivas municipales y, en el ámbito nacional, un diálogo permanente de la Junta con las altas directivas", concluye Sanín, aún sorprendido por este ejemplo que espera tomen otras compañías del país para transformar sus relaciones laborales.
Ya tienen experiencia en España.
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